Sin justicia, con teatro

Sin justicia, con teatro

Cómo es el fútbol. Tan maravilloso e imprevisible como injusto e ingrato. El Racing, con lo justito, marcó tres goles cuando el Hércules fue el único que quiso mostrar algo de empuje, ganas y coraje, sobre todo hasta la expulsión. Parecía que el Racing quería tomar un atajo hacia la victoria, máxima rentabilidad con el mínimo esfuerzo. Los cántabros acumularon defensas atrás, que no significó para nada que defendieran bien. Toño tuvo dos acciones cruciales, Sendoa mandó un balón al limbo con 0-1, Pérez Lasa anuló un gol por faltita de Abel Aguilar a Toño dentro del área pequeña...

Pero lo peor fue lo de Cisma. Picó el árbitro, pero no es de recibo que el lateral se duela de la cara cuando Valdez ni le toca. Penoso. Será el otro fútbol, pero a mí me parece un recurso cobarde que humilla a un compañero que viste otra camiseta, la de un Hércules al que se le va la vida. Gracias Seve, seguro que empujaste desde arriba para firmar este eagle.