Joel es un buen portero. Eso aseguran todos los que le han visto en varios partidos, porque no vale con uno para hacer una valoración de un guardameta, el puesto de mayor responsabilidad en un equipo. A los cantos de sirena que le han hecho llegar debería haber otros que le recordasen lo que hizo De Gea, al que aspira a suceder en el Atlético. El chaval estuvo en un tris de irse en el verano de 2009 a Valladolid, Numancia, Las Palmas o Wigan. Apenas dijo nada. Paciencia. Y esa fue su gran virtud. Los infortunios de Asenjo y de Roberto le permitieron ponerse en el escaparate y demostrar lo bueno que es. Primero con su debut en Oporto en Champions y después en Liga contra Zaragoza y Mallorca, ésta en una apuesta sorprendente de Santi Denia.

De Gea tuvo luego mucha confianza de Quique, al que debe estar agradecido, pero no tanto como a él mismo, por tener fe ciega en sus condiciones, que le van a permitir dar el salto al Manchester United. Joel debería aprender de De Gea y, por consiguiente, no poner ninguna exigencia. Si es tan bueno, tiempo tendrá en demostrarlo porque las oportunidades llegan. Si hasta las figuras deben ser humildes por respeto a los compañeros de equipo, él debería hacer lo mismo. Bien le vendría mantener una charla con Caminero, que no fichó por el Real Madrid por declarar que no lo haría si no le aseguraban ser titular, lo que enfadó a Mendoza y a Floro. Era tan bueno, que tuvo después la oportunidad de triunfar en el Atlético. Que aconseje a Joel.