No pongas todos tus huevos en el mismo canasto", aconseja el dicho inglés. Pues me temo que el Madrid ha cometido ese error. Elegir a Rudy Fernández como gran fichaje de la temporada me parece una operación de márketing con dudoso beneficio deportivo. En vez de gastar dinero en una estrella fugaz, un refuerzo que puede durar dos meses, habría sido mejor pelear por un baluarte duradero. O sea, lo que ha hecho el Barça: primero consolidar cimientos y luego esperar posibles invitados de la NBA.

Ayer supimos que el Barça puede vencer incluso en día gris de Navarro. Y ayer tuvimos una prueba del potencial madridista cuando se marche Rudy. De haber contado con el alero mallorquín es probable que el Madrid hubiese logrado la sorpresa, pero habría sido un triunfo engañoso. Si la lógica se cumple y Rudy regresa a la NBA, el Real tendrá que buscar recambio en un mercado de saldos. Y aún si encontrase una figura escondida, habría que empezar desde cero para integrarla en el conjunto. Lo dicho: demasiado riesgo. Todo augura un Madrid inferior a Barça y Baskonia, peleando con Unicaja, Valencia y Bilbao por la tercera plaza liguera.