Locura. En medio de una crisis futbolística, económica y dirigencial, San Lorenzo es el River de la temporada pasada por ser el club grande con riesgo latente de descender. Y ahora le sumó un nuevo drama: tres barrabravas discutieron y le pegaron a Jonathan Bottinelli en una práctica cerrada a la que no podían asistir ni los socios. El zaguero de la cantera, obviamente, dejará el club.

Al agua. En otro entrenamiento, hace tres semanas, al líder de esa barra brava (apodado Sandokán) se lo vio hablando con el presidente Abdo, quien después consideró la charla como "algo insignificante porque estamos por construir una pileta y él tiene un amigo constructor". El puño de ese hincha violento es uno de los que golpeó a Bottinelli.

Minados. En la Argentina, los barras hasta son fuerza de choque y/o protección de los partidos políticos. No extraña que estén metidos en las entrañas de cada club, caminen por sus pasillos y apoyen o defenestren según reciban (o no) dinero. Nunca habían llegado tan lejos y golpear a un futbolista. Lo triste es que no sorprende a nadie.

Camp... Con rencillas entre sus hinchas violentos, pero con un espíritu colectivo que puede disimular las ausencias de Riquelme, Viatri y Cvitanich (su trío ofensivo), Boca ganó en Santa Fé y sigue al trote rumbo al título. La impresión es que lo conseguirá hasta jugando con ocho.