La duda es si Mourinho está en el camino

La duda es si Mourinho está en el camino

La verdad es que a estas alturas, avanzando ya en el segundo año de Mourinho, el Madrid esperaba estar más cerca del Barça de lo que se vio anteanoche. En el partido no sólo perdió tres puntos que son seis (lo que devuelve al Barça la condición de favorito en las apuestas sobre la Liga) sino la sensación de que este año podía dar el vuelco. Esa sensación existía, basada en la mejora evidente del equipo en su ritmo de victorias y goles, y en esa certeza histórica de que el Madrid nunca se rinde, nunca se conforma, de que a fuerza de creerse con derecho al trono vuelve una y otra vez a él, indefectiblemente.

La duda ahora es si está en el camino. Mourinho ha hecho un equipo físico, vigoroso, que ganaría al Barça en todos los registros atléticos. Pero en fútbol, el Barça está por delante y cara a cara lo impone. El Madrid tiene un solo buen y fiable jugador del medio campo, Xabi Alonso. El Barça tiene casi media docena. Jugaron cuatro, quedó fuera Thiago, que ya asoma. Lass es confuso, Khedira es jugador de gasoil, Özil es melancólico. El Madrid es potentísimo en muchos aspectos del fútbol que también son fútbol, pero no en el control del juego. El control que permitió al Barça ganarle a esa fuerza de la Naturaleza.

Es cierto que con un fútbol muy físico puso en apuros el Chelsea al Barça, cuando aquella célebre semifinal de Ovrebo. Pero el Barça es hoy mejor que entonces. Es mejor Messi, está Cesc, hay más madurez en varios, hay una convicción plena. Hay recambios. Lo que más me deja este Clásico es la impresión de que el fútbol bien hecho lo puede todo, que es contagioso y que da más seguridad que el poderío físico. Y que el Madrid en el fondo lo sabe y que quizá eso explique algunas raras decisiones de Mourinho cuando juega contra el Barça o el estrepitoso descenso de nivel de Cristiano en esos partidos.