Los locos bajitos que gozan con la pelota

Los locos bajitos que gozan con la pelota

Serrat cantó al Barça de su infancia, con aquella delantera de Basora, César, Kubala, Moreno y Manchón. Para cantar el de ahora le puede valer algún arreglito de nada en aquella de los locos bajitos que no paraban de joder con la pelota. Joder de gozar, en este caso, no de fastidiar. Ellos gozan con la pelota pero no fastidian a nadie, nadie puede sentirse fastidiado por esa forma de interpretar el fútbol que La Masía, la universidad del fútbol más valorada en nuestros días, ha lanzado al mundo. Un modelo de fútbol con el que, de la mano de Guardiola, el Barça ha ganado 13 de los últimos 16 títulos disputados.

Lo de ayer fue otro alarde. Un fútbol casi sin delanteros, todo elaboración, con tres defensas y siete medios, de los que seis hacían a su vez de delanteros. El único que no se asomaba por arriba era Busquets, fiel guardián de la posición. Todos los demás, Alves, Xavi, Messi, Cesc, Iniesta y Thiago, se asomaron al área y remataron abundantemente, hasta conseguir cuatro goles, más dos remates al palo y unas cuantas paradas de Cabral, víctima de la avalancha. Fue tiqui-taca puro, máxima posesión, paciencia para jugar, urgencia para recuperar y un Santos vagando en busca de un balón que nunca le prestaban.

Un Santos inocente, es verdad. No pregunten por Neymar: apenas le llegó el balón y la única ocasión de que dispuso se la ganó Víctor mano a mano, porque además de todo lo otro el Barça tiene un porterazo. La organización tuvo lástima de Neymar y le dio el balón de bronce del día, mal hecho. Los tres mejores fueron del Barça: Messi, Xavi y Alves, pongan el orden que quieran. Y los siguientes, también. Muchos madridistas me reprocharán tantos elogios al Barça, seguro. Pues a ellos diré que el Madrid es líder del campeonato en el que juega este fabuloso equipo y que sus éxitos lo son de nuestra Liga.