José debe creer en la 'remountada'

José debe creer en la 'remountada'

Mourinho siempre fue más valiente en el Camp Nou, pese al 5-0 de marras (por cierto, si Iturralde hubiese pitado el penalti de Valdés a Cristiano otro gallo habría cantado). En ese estadio inició su leyenda. El portugués hizo historia en la famosa noche de los aspersores (eso le blindó inicialmente ante los madridistas) y quizás por eso allí ha sido más osado que en el Bernabéu en sus tres apariciones posteriores como entrenador del Madrid. Pero al final sólo rascó un empate estéril, en Champions, aunque estuvo condicionado por el gol injustamente anulado a Higuaín. El caso es que Mourinho está obligado a dejarse mañana en casa la tabla de especular.

Al Camp Nou se va a levantar la eliminatoria y a morir de pie. La afición, a la que por fin escuchó el domingo en el Bernabéu, y la historia sagrada del club le exigen que ofrezca el mejor perfil por mucho que el Barça vaya con ventaja anímica y futbolística. Mis ojos recuerdan la vaselina imperial de Zidane ante Bonano y mi padre siempre me habla de una manita histórica en los años 60 con Di Stéfano, Puskas y Gento en plan estelar. Juanito también hizo callar este estadio cuando Núñez le lanzaba improperios y también vi como todos los culés aplaudían la exhibición de Cunningham. Mou, suéltate el pelo. ¡REMOUNTADA!