Se agradece la iniciativa de Informe Robinson, programa de culto que cuida muy bien sus emotivos reportajes. En este caso, afrontamos el informe que más nos va a llegar al corazón a muchos madridistas. Juanito es un referente que sigue vivo para la mayor parte de la afición blanca. Juanito era mucho más que un futbolista, era una manera de ser y sentir. Un símbolo de autenticidad, sin dobleces, siempre a pecho descubierto. Han pasado dos décadas y parecen sólo dos años desde que en aquella fatídica noche de abril la carretera nos lo arrebatase para siempre. Juan venía de ver a su Madrid en el Bernabéu. Nada de contemplarlo por la tele, aunque tocase entrenamiento con el Mérida la mañana siguiente...

Yo le entiendo. Él ha sido el jugador de la historia del club que más y mejor ha escuchado al Bernabéu. Juanito sentía los latidos del estadio como si fuesen suyos. Sabía cuándo tocaba poner en pie a la grada y cuándo convenía presionar al árbitro para iniciar aquellas mágicas remontadas que nunca volverán. Juanito nos enseñó que amar al Madrid debe ser motivo de orgullo y exhibía sin pudor esa pasión que le hubiese llevado al Fondo Sur si en vez de futbolista hubiese sido carpintero o vendedor de seguros. Juanito era y es nuestro Dios. Murió con las botas puestas por su Madrid. GENIO.