"¡Anda, vístete, que saldrás de extremo izquierda!"

"¡Anda, vístete, que saldrás de extremo izquierda!"

Santiago Bernabéu era un gran conversador y disfrutaba con unos y otros rememorando momentos de su vida. Buena prueba de ello es la numerosa literatura al respecto. Recordaba Bernabéu que su afición al fútbol nació contra natura. Le gustaba prioritariamente la música, pero durante su internado infantil en El Escorial jugaba al fútbol para quitarse el frío. ¿Quién era el valiente que se sentaba en la Lonja escurialense a leer un libro en pleno invierno? Su primer partido lo jugó en el colegio, con personajes como Kindelán, Ruete, Chulilla, Múgica y Prast, y unas botas que le compró su madre en la calle de la Bolsa. Poco después falleció su madre y se vino a vivir a Madrid. Era 1910 y acababa de cumplir los quince años. Dos de sus hermanos mayores jugaban al fútbol y lo hacían bastante bien. Antonio actuaba de delantero y llegó a ser fundador del Bologna italiano. Marcelo, por su parte, era un back de categoría, titular indiscutible del Madrid FC. Santiago solía acompañarles al campo de O'Donnell y ayudaba en lo que fuese necesario: limpiar de piedras el terreno de juego, pintar la valla del campo, arreglar las redes de las porterías y, como es lógico, participar en el peloteo de los entrenamientos, donde solían situarle en la portería.

Pero a Marcelo eso no le gustó: "O juegas de delantero centro o no juegas". Su debut en el primer equipo madridista se produjo por nada más y nada menos que por casualidad. Santiago acompañaba a su hermano Marcelo para verle jugar contra el equipo de la colonia británica de Madrid y a la hora del inicio sólo había 10 jugadores madridistas. "¡Anda, vístete, que saldrás de extremo izquierda!", le dijo su hermano mayor. Santiago sólo tenía 16 años y allí, en la Pradera del Corregidor, marcó el gol (2-1) de la victoria madridista. Era un jugador al que no gustaba entrenar, lento (le apodaban El Pato), pero muy voluntarioso y, sobre todo, dotado de un terrorífico disparo. Así, el 3 de marzo de 1912, comenzó una carrera futbolística que le llevaría a la cúspide de la historia del Real Madrid.