La ausencia por acumulación de tarjetas de Xabi Alonso, obliga a Mourinho a realizar un planteamiento diferente en el centro del campo. Dentro de las alternativas que tiene a su alcance, está la del flamante fichaje estrella de este verano, Sahin, que deslumbró con su juego la pasada temporada en el fútbol alemán.

A principios de la pretemporada, sufrió una lesión del ligamento lateral interno de la rodilla izquierda. Cuando estaba ya en la fase avanzada de su recuperación, volvió a lesionarse el mismo ligamento, lo que retrasó durante cuatro meses su recuperación total y creó cierta incertidumbre sobre su futuro en el cuerpo técnico y en la directiva del club blanco. Una vez recuperado en el plano físico, el entrenador no ha contado con él nada más que de manera esporádica, dándole minutos de juego en alguna ocasión aislada. Esta circunstancia ha aumentado el estado de ansiedad y preocupación del jugador, que ha ido viendo cómo no se cumplían sus expectativas, acrecentándose el periodo de adaptación a su nuevo equipo, su nuevo país, las costumbres diferentes y, sobre todo, los horarios y las comidas que nada tenían que ver con su vida anterior. Este periodo de adaptación ha llegado a su fin y el jugador se encuentra pletórico de forma, habiendo jugado a buen nivel con Turquía.

Por lo tanto, confío en que Mourinho, que aparte de ser uno de los mejores entrenadores del mundo es un magnífico psicólogo, sabrá sacar todo lo bueno de este jugador y le dará la oportunidad definitiva para que, al igual que ya pasó con Benzema, sea el presente y el futuro del Real Madrid.