El error de Casillas destempló al Madrid

El error de Casillas destempló al Madrid

Casillas cometió otro fallo, para mí eso fue todo. Mayor que el del otro día. De nuevo apostó por el tiro colocado sobre la barrera, a la escuadra lejana, y se movió en esa dirección. Pero en el tiro de Cazorla quedaba un paliativo: reaccionó bien, pero la colocación y la potencia fueron impecables. Ayer, no. El tiro de Senna no llevaba tanto veneno, pero aún así pasó. Un fallo de un gran portero, eso fue todo. Un fallo que anuló el valor del gol del Madrid, logrado en combinación deslumbrante entre Özil y Cristiano, y devolvió el empate a un partido que ninguno de los dos mereció ganar. Y el Barça, a seis puntos.

Luego, la reacción del Madrid me pareció catastrófica. Sobre la base de que la falta no era falta se montó una cadena de gestos y destemplanzas que se tradujo en las expulsiones sucesivas de Mourinho, Sergio Ramos y Özil, a las que había precedido la ya rutinaria de Rui Faria. Y luego varios se fueron de la boca. Al empate se sumará el estropicio añadido de las suspensiones correspondientes. El Madrid está nervioso y lleva unos partidos en los que no está jugando bien y el contratiempo de ayer sacó a la luz unos nervios que estaban contenidos. Todo, insisto, porque a Casillas se le coló un balón parable.

Fue un partido malo entre dos equipos que andan sin juego y sin confianza. El Villarreal fue Senna, en el que se sostiene todo. El Madrid fueron Marcelo, con su alegría atacante, y Cristiano, que nunca se ausenta. Los demás no están. Ni siquiera Mourinho, que hizo cosas raras que además le salieron mal y desembocaron en la presencia de Altintop sobre el campo, señal de extrema confusión. El Madrid está en el bache, se le viene notando, pero lo peor que le puede pasar en estas fechas malas es desquiciarse. Le quedan seis puntos, seria ventaja, pero volverse loco sólo le ayudará a perderlos.