Raúl obligó al Athletic a dar lo mejor

Raúl obligó al Athletic a dar lo mejor

Raúl se asomó otra vez al salón de muchas casas españolas en la transmisión de la Cinco del partido contra el Athletic. ¡Y qué Raúl! ¡Y qué partido! El incombustible jugador madrileño marcó dos goles, rozó otros dos y fue el alma y el animador del Schalke, que puso al Athletic contra las cuerdas. Cuando avanzaba la segunda parte perdía 2-1 y se podía decir que su gol había sido afortunado y que estaba en riesgo de goleada. Pero tuvo una colosal reacción de espíritu y con eso y con sus aciertos alcanzó a voltear el marcador y apuntarse un espectacular 2-4, que prolonga el estado de felicidad de Manchester.

Impresionante Athletic, que tras el clímax alcanzado con lo del Manchester parecía estarse derrumbando, agotado por tanta gloria y tantos elogios, pero que ayer cuando se vio en problemas se vino arriba con aires de equipo de verdad importante. Pero más impresionante aún lo de Raúl, que se resiste a dejarse alcanzar por el tiempo, que sigue corriendo como un fanático y marcando goles a base de olfato y presencia, como siempre hizo. Con los de ayer, suma ya 75 en competiciones europeas, elevando más y más ese récord que algún día será de Messi, pero que él quiere vender caro.

Quizá el último partido europeo de Raúl lo veamos en San Mamés. Así será si decide no renovar por el Schalke (le ofrecen un año, él pide dos) y aceptar alguna de las ofertas exóticas que tiene. No lo sé. Si así ocurriera, San Mamés sería un buen escenario para tal cosa. Y más el San Mamés de este año, próximo a su fin, en el que su afición está reviviendo emociones olvidadas. Sería un buen escenario, sí. Pero yo aún me hago la ilusión de que renueve, de que siga ahí, y de que el año que viene le veamos de nuevo batiéndose con la ilusión de un chiquillo y el oficio de un veterano. Honrando el fútbol. Como ayer.