Dejemos que Mou elija su futuro

Dejemos que Mou elija su futuro

Todos haríamos bien en aparcar la tan llevada y traída especulación sobre la continuidad de Mourinho en el Madrid. El único hecho seguro es lo que él mismo ha dicho hace días: tiene dos años más de contrato y nunca dijo que se quisiera marchar, lo que debería tranquilizar a los seguidores blancos que, en su mayoría, desean su continuidad. Más crudo lo tienen los hinchas del Barça que continúan sin saber si Pep irá o no más allá del final de junio.

Por ahora lo que hay que hacer es dar tranquilidad a Mou para que pueda terminar con éxito el difícil trabajo que tiene entre manos. Las semanas que restan para el final de la temporada serán, en cuestión de títulos, las del todo o nada. No estaría nada mal si finalmente sólo uno de ellos (Liga o Champions) entrara en la sala de trofeos del Bernabéu. Por lo pronto y por la mano de Mou, el Madrid está virtualmente en semifinales de la Champions y en la Liga, José está a punto de entrar en la historia del club como el técnico más goleador de siempre, batiendo el récord de los 107 de Toshack. Es posible que si la máquina de hacer goles sigue funcionando, se vea superada la marca de 125 alcanzada en los años 40 por el Torino, el equipo maravilla que desapareció al despeñarse su avión en el viaje de regreso a casa después de jugar en Lisboa contra el Benfica. Para un técnico apodado defensivo, no está nada mal

Pero para Mou, estos goles no servirían si con ellos no llega el triunfo final en alguna o en las dos grandes competiciones. Dejémosle que luche por esos objetivos que llenarían de satisfacción a los madridistas esparcidos por el mundo y de orgullo a muchos miles de sus compatriotas. Después que sea él, como cualquier profesional, quien decida lo mejor para su futuro.