Milagro más que sorpresa

Milagro más que sorpresa

Es posible que el Sporting nunca haya jugado en el Bernabéu en una situación tan aparentemente complicada y con tantas diferencias a favor del Madrid. El equipo gijonés acude al campo merengue en una situación crítica, en la que sueña con que las matemáticas permitan arañar un ápice de ilusión para pensar que la permanencia aún es posible. Todo ello, pese a que las estadísticas de equipo más goleado y uno de los menos eficientes se enfrentan a las del máximo realizador, con aspecto de coleccionista de registros para la historia, que pueden ser espectaculares y no difícilmente repetibles por las diferencias tan abrumadoras que se están dando en una Liga de dos más otros 18.

Para el Sporting, un modesto que trata de salir de un proceso concursal, es un premio jugar en el Bernabéu, aunque hubiera sido más confortable hacerlo en unas condiciones menos agobiantes. Los errores de planificación y de fichajes, algo en lo que estaba prohibido errar, provocó llegar a una situación crítica, difícilmente salvable, que pasa por ganar los cinco partidos últimos, salvo que esta tarde una campanada, como la del año pasado, pueda aliviar al enfermo. Si ello sucede, tendrá más aire de milagro que de sorpresa, dadas las condiciones desiguales de la confrontación.