Imposible. No es lo mismo viajar de Madrid o Barcelona a Múnich que de Buenos Aires a Bogotá o a Quito. Distancias, climas, alturas y demás variables sudamericanas alimentan excusas (algunas lógicas). Lo concreto es que ningún equipo argentino pudo ganar la Libertadores y el torneo local al mismo tiempo. El River de Ramón Díaz y el Boca de Bianchi son dos ejemplos emblemáticos.

¿Podrán? Hoy, Boca y Vélez son los mejores equipos del país. Gobiernan el Clausura y ganaron sus partidos de ida por los octavos de fi nal de la Copa: Boca festejó con un gol sobre la hora en la Bombonera y Vélez, con una sólida actuación en Colombia. Tras las revanchas coperas, se enfrentan por el torneo local en una especie de fi nal anticipada.

Susto. River llena estadios y gana ratings de TV. Pero... Vencía a Aldosivi con un jugador más, le empataron al fi nal y lo alcanzó Rosario: si hoy terminara la B Nacional, River jugaría con los rosarinos para ver quién asciende y quién va a la Promoción. Una palabra que cualquier hincha quisiera arrancar del diccionario.

Ilusión. Un San Lorenzo apremiado está invicto en cuatro partidos con ese personaje hecho técnico que es Ricardo Caruso Lombardi, un hombre que habla, polemiza y les hace regalos a sus jugadores en caso de triunfos. Y si evitan la Promoción, hay pasajes a Miami.