Un escudo, un sentir, un emblema

Un escudo, un sentir, un emblema

Pasó la tempestad por el asunto del escudo del Málaga. No se cambia, de momento, según el club, y el habitual, el bonito, el que representa, el auténtico, seguirá la próxima temporada. Los aficionados o casi todos ellos, porque siempre hay voces que convergen a la evolución, prefieren que la historia del club no se toque, que esto no es prioridad. El Málaga está pensando en muchos cambios para vender la marca Málaga como quiere el jeque. La gente que se dedica al marketing en la entidad, dirigidos por un evolucionista y excelente Vicente Casado, supongo que querían primeramente conocer el estado de la masa malaguista con el posible cambio para profundizar y dar el visto bueno. A lo mejor no pensaban que la masa social malaguista se levantara en armas y por este motivo tuvieron que recular.

Esta acción está bien estudiada, porque primeramente tiene a los seguidores entretenidos al no haber todavía fichajes, que es lo que esperan ansiosos. La otra percibe el grado de implicación de los malaguistas. La afición está entregada a su propietario. Lo venera, le aplaude, le quiere, le ama y le da las gracias por lo que está haciendo por el Málaga, pero también ha dejado claro que hay sentimientos y ese escudo, después de las vicisitudes pasadas, desaparición de un emblema, vuelta a empezar por los campos de Tercera, Segunda B, Segunda y Primera, ascensos y descensos, ese logo es intocable. Va con los sentimientos malaguistas. Y después de todo esto, ¿algún fichaje?