Lamento. Boca no sólo perdió la final de la Copa Libertadores con un duro Corinthians. Sin respuestas adentro ni afuera de la cancha, fue el último partido de Juan Román Riquelme. Una noticia que sacude al fútbol argentino y deja un hueco gigante. El genial JR es, por ejemplo, quien mejor hizo rendir a Messi en la Selección. Es el Xaxi o Iniesta en celeste y blanco.

Vacío. De la ilusión de la triple corona (Libertadores, Torneo Clausura y Copa Argentina), Boca pasó a esta desilusión enorme e inesperada. "Estoy vacío, así no puedo continuar", explicó Riquelme al despedirse de sus aficionados. Distanciado con el entrenador Falcioni, el 10 avisó que podría jugar en otro club la próxima temporada.

Efímero. River disfrutó sólo un par de días su regreso a Primera. El técnico Almeyda anunció a los medios que no cuenta con Cavenaghi y el Chori Domínguez, y la polémica parece interminable. Los jugadores acusaron con dureza al presidente Passarella y cada cual busca salvar su nombre. Una vez más en este tiempo, River se autoflagela.

Desahogo. San Lorenzo evitó lo que no pudo evitar River un año antes y ganó la Promoción. Y mientras el DT Caruso Lombardi alimentó su histriónica leyenda de salvador de causas perdidas, el club afronta una grave crisis institucional. ¿Lo rescatará Tinelli, el zar de la TV argentina?