Éxtasis de Robbie Grabarz y épica de Katie Taylor, la heroína de Irlanda

Éxtasis de Robbie Grabarz y épica de Katie Taylor, la heroína de Irlanda

Atrevido. En la fotografía, Robbie Grabarz. El británico decidió inmortalizar semidesnudo la conquista de la medalla de bronce en salto de altura. Sólo le tapa la Union Jack, bandera británica. Olímpico atrevimiento.

Metro. Robert Harting, oro en disco, prefirió celebrarlo en la Casa de Alemania. De vuelta a la Villa se percató de que le habían robado la acreditación. La seguridad no le dejó pasar y durmió en el metro.

Otra visión. Ian Johnson ha publicado en New York Review of Books un artículo que intenta explicar desde otro prisma los Juegos. Una visión menos deportiva y más economicista en la que relata, por ejemplo, cómo la Alemania del Este (DDR) ganó 403 medallas en sólo cinco Juegos y no sólo por dopaje masivo sino por un meditado plan que priorizaba lo individual. Un equipo era más caro y menos rentable. Básicamente, mejor 12 medallas en un mismo atleta que doce atletas para una medalla.

China. Varios medios australianos desvelan que el hermético gobierno chino paga 250.000 dólares a sus entrenadores extranjeros por cada oro. La plata se paga a 150.000 dólares y el bronce a 100.000. En cambio, sólo invierte 2 millones de dólares anuales en el teatro, la danza y la música autóctona.

Setenta y siete. Los países del mundo que jamás han ganado una medalla de oro en deporte individual.

Pioneras. El boxeo femenino ha repartido las primeras medallas de la historia. La de oro en la categoría de 60 kilos se la colgó Katie Taylor, abanderada del equipo olímpico de Irlanda en la inauguración. "You'll never beat a irish" (nunca ganarás a un irlandés), se leía ayer en las pancartas. Katie es boxeadora, pero antes fue internacional en las selecciones Sub-17 y Sub-19 de fútbol. Su entrenador es su padre, que le ha pedido que lo deje: "Me quitaría mucho estrés". Bray, su ciudad natal, y todo el país se tiraron a la calle para celebrar el primer oro desde Atlanta.

Wiggins, al trapo. El mediático Piers Morgan, ahora presentador en la CNN y antiguo director del Daily Mirror, aseguró sentirse decepcionado por no haber visto cantar el himno al ciclista del Sky. Wiggins no ha tardado en responderle: "A mí también me decepcionó que no fueras a la cárcel por el asunto de las escuchas ilegales (del Mirror). Pero ya sabes, cada uno a lo suyo".