Tengo corazón ducatista, por razones que no vienen ahora al caso, y considero a Rossi todo un patrimonio de la humanidad, así que la unión de ambos hace dos temporadas me supuso un motivo más para ir a los circuitos ilusionado, al tener otro interesante desafío que contar. Sin embargo, ese matrimonio tan deseado ha sido un calvario para ambas partes y la ruptura es la mejor noticia para todos. Ducati y Audi podrán tomarse así su tiempo para crear un proyecto realmente ganador y El Doctor, rechazando una oferta "indecente", como él mismo dijo, por renovar, demuestra que sigue creyendo en sus posibilidades de victoria, que aún se siente ganador con una moto competitiva y la Yamaha lo es, por lo menos tanto como la Honda.

El regreso de Valentino a Yamaha es un acto valiente, tanto como el de Lorenzo al no vetar el reencuentro con el 46 en un box en el que a él le puso un muro y le impidió acceder a su telemetría. Las guerras del español son otras que la de preocuparse por convivir los dos próximos años con Rossi. Ha hecho bien en no importarle que volviera y hará también fenomenal en recibirle con los brazos abiertos para luego intentar aniquilarlo en la pista. No le tiene miedo porque ya le ganó en 2010 con sus mismas armas, lesión mediante, sí, pero como las que él también sufrió alguna vez, y su regreso es, ya digo, una buena noticia. Hasta para Jorge, porque cuanto mejor sea MotoGP, mejor para todos, y con Rossi en la M1 el show crecerá. Otra cosa es que vuelva a ganar...