El City interpreta mal el fútbol

El City interpreta mal el fútbol

El club más rico de Inglaterra es definitivamente el mejor después de ganar la liga del modo más dramático posible: en el tiempo de descuento, ante un QPR con diez futbolistas que se había puesto por delante. En ese encuentro el once de Roberto Mancini tuvo un 81 por ciento de posesión, un récord pero no el único de la temporada: marcaron más goles que ningún otro equipo de la historia de la Premier y fue el tercero en conseguir 55 de 57 puntos en casa. Pero la espectacularidad de aquel final del curso y las estadísticas enmascararon muchas de sus deficiencias.

No fueron eliminados por casualidad de la Champions en la fase de grupos (aunque era un grupo fuerte): basa su juego en la calidad de sus delanteros pero que interpreta muy mal el fútbol, sin control, sin dominio. Por eso Mancini, con su flamante nuevo contrato de cinco años, exigió fichajes (Javi Martínez, Eden Hazard, Van Persie, Daniel Agger) aunque sólo han llegado Jack Rodwell y Scott Sinclair. El italiano se quejó muy públicamente de la actitud del club, mal negocio porque el director deportivo, Brian Marwood, tiene todo el respaldo de los dueños de Abu Dabhi, obligados a reducir gastos por el fair play financiero. Además de esa tensión, al equipo le falta identidad: no sabe bien si es ofensivo, defensivo o entre medias. Si no cambia la cosa, llegará todo lo lejos que le permitan sus delanteros.