Injusticia con criterios futbolísticos

Injusticia con criterios futbolísticos

Que el campeón del mundo no se clasifique para el siguiente Mundial automáticamente por su triunfo es sin duda una injusticia. Igual le sucedió a España como campeón de Europa en 2008 que tuvo que jugar la clasificación para la Euro 2012. Pero, según me cuenta Míster Chip, esa decisión la tomaron UEFA y FIFA después de que Francia se proclamara campeona del mundo en 1998 y campeona de Europa en 2000. Los franceses se presentaron en el Mundial 2002 de Corea y Japón habiendo disputado sólo amistosos y se vinieron para casa a las primeras de cambio. Para evitar que una selección, por más campeona que sea, no compita en cuatro años (le hubiera ocurrido igual a España desde 2008 de haberse clasificado por derecho como campeón para la siguiente Eurocopa y para el siguiente Mundial), decidieron que los campeones tuvieran que jugar la fase de clasificación.

Es una injusticia porque ser campeón te debería dar el derecho a competir en la siguiente edición. Pero la decisión se tomó con criterios futbolísticos porque, por más que entre selecciones no debería haber partidos amistosos (Bernardo Salazar insiste en que son partidos internacionales), hemos comprobado también con La Roja campeona que es difícil motivar a los jugadores para esos encuentros, como sucedió en Argentina y en Portugal. Se corre el riesgo de que el campeón se quede fuera de la competición que ha ganado. Pero la España de Iker y Xavi asume ese riesgo. Y estará en el Mundial 2014 de Brasil que hoy inicia en Georgia.