Sin cabeza no hay físico

Sin cabeza no hay físico

El Madrid ha perdido el poderío físico con el que tapaba en partidos complicados su escasa capacidad para generar fútbol. Ahora queda la duda de saber si lo ha perdido por falta de intensidad en el trabajo o por falta de hambre después de ganar la Liga. Lo primero sería preocupante pero solucionable; lo segundo sería una tragedia. Por eso Mourinho está enfadado, porque ve que el equipo se ha relajado demasiado. El Madrid llegó tarde al partido y otros como Özil y Di María ni siquiera comparecieron. El técnico los señaló con el cambio aunque ante los medios lo quiso disimular.

Mou tampoco estuvo demasiado lúcido en su planteamiento inicial ni en sus cambios sobre la marcha, y ahora necesita sacar todo su talento para poder exprimir al máximo la mentalidad ganadora que parece haber abandonado a sus futbolistas. Una Liga y una Copa del Rey no son excusa suficiente como para perder la ambición de golpe y con toda la temporada por delante.