La Teoría General del 'nueve'

La Teoría General del 'nueve'

Ríete tú del Ibuprofeno. Los goles deberían venderlos en la farmacia, sin receta médica. Sanan a los enfermos, resucitan a los muertos, rescatan a los arietes del dique seco. Tras salvar a Benzema de sí mismo con paciencia frente a indolencia en una evolución de dos temporadas y exprimir el fulgor de un Higuaín que acierta más ante el gol cuanto menos piensa, el debate vuelve a su origen con cada gol salvador de uno u otro: la elección de Mourinho.

La Teoría General de los Vasos Comunicantes entre Barça y Madrid de Alfredo Relaño tiene una variante con los goleadores que compiten por un puesto. Esta Teoría de los nueves comunicantes, esbozada con un sencillo "o uno u otro", fuerza al entorno a reclamar un titular ungido para siempre por el entrenador. Mourinho se resiste y arriesga. Incluso contra aquella vieja ley de entrenador antiguo: el que marca, juega. En el fondo, aunque algunos quieran ver desconfianza o una falta de apuesta ciega por su protegido (los poetas quieren a Karim, los guerreros al Pipa), lo que acaba haciendo Mourinho es guardarse la presión para él. En esos días dubitativos en que Higuaín no se fía de su instinto y en las jornadas grises de pachorra y cartera sin donuts de Benzema, el único responsable es el entrenador, que se ha obligado a tener que acertar todos los domingos. La opción más peligrosa desde que el fútbol moderno acabó con los onces de memoria.