La piel de los egos

La piel de los egos

El Barça mostró anoche lo peor del viaje, cuando está a punto de alcanzar la gloria (que supone una distancia estratégica de su rival más poderoso) y el equipo que tiene enfrente le rompe el ritmo. El Granada estuvo a punto varias veces de torcerle el gesto, y sobre todo tuvo un portero, Toño, que es un héroe como aquel Varas del Sevilla. La sequía barcelonista tuvo su expresión en algunos rostros. Ese enfado público de Messi con Villa es un exabrupto que esta semana dará mucho que hablar. El regreso del asturiano a la primera plana puede tener alguna repercusión en el estado de ánimo de Messi, si al argentino no le salen las cosas.

El choque de egos a veces es un choque con el ego propio, y anoche se le acentuó este síntoma al de Rosario. La imagen habría tenido más repercusión si no se hubiera producido ese gol milagroso de Xavi. Ahí se calmó la erupción de la piel barcelonista y el cuerpo se relajó. Uf, qué portero es Toño.