Ochenta pares de botas bailan la samba en la Liga de Campeones

Ochenta pares de botas bailan la samba en la Liga de Campeones

Marcando el ritmo. Romulo, Dante, Cris, pero también Welliton y Weligton, dos Alves... Más de 80 pares de botas brasileñas pisan el césped en la Champions. Más defensas que centrocampistas o delanteros. Sólo cuatro de los 32 equipos se abstienen del contagio de la bendita plaga amarilla. La globalización les trae a nuestras ligas, los mejores buscan Europa, así como su ausencia impidió que Pelé, Zagallo o Rivelino pasaran por aquí. Otros tiempos.

El defensa discreto. Raúl le hizo un 7 y adelantó al Madrid. "Lucio no soporta perder", dijo Toppmöller, técnico del Bayer, en la previa de la final 2002. Así que O cavalo atravesó Hampden Park, recordando su tiempo de delantero en Internacional, salto poderoso y empate de cabeza. "Jesús loves you", decía su camiseta. Después, ya lo saben, vio en primera fila el gol de Zidane. Sí hay consuelo, ganó la orejona con el Inter. Doce años trotando por estadios europeos. De bianconero, ha vuelto a ser central por la derecha, ahí le colocó Dunga por primera vez. Ahora mira al frente y ve a Pirlo, plano vertical de dos veteranos, que mantienen galones, guardan fútbol, a pesar de sumar más de 100 partidos Champions y ocho goles por cabeza.

A 12.000 km. Poco tiene que ver Tubarão (Brasil) con Borisov (Bielorrusia). Allí llegó un centrocampista rubio, Bressan, que llamó la atención de un ojeador ruso. Le vio 15 minutos en un amistoso y le hizo una oferta. Con 18 años sin profesor ni traductor aprendió ruso, ahora tiene doble nacionalidad. Con 23, e internacional bielorruso, se enfrentó en Londres a "su" Brasil en los Juegos. Perdieron, pero marcó. Un gol de cabeza, poco habitual en él, no por su altura (1'82) sino por un accidente jugando con 15 años que le tuvo un mes hospitalizado. "No sabía si volvería a jugar. Por eso aún tengo cuidado", dijo.

Escala en Japón. Givanil-do Vieira de Souza tiene récord de millas recorridas. De Brasil a Japón, de Japón a Portugal y ahora Rusia. Este Hulk no es verde, pero asusta defensas con su fortaleza. Antes, dicen era de los delanteros brasileños gorditos. En Japón Kawasaki Frontale, que suena a moto; Consadole Sapporo y Tokio Verdy donde hizo 37 goles en 42 partidos. De la segunda japonesa al Oporto. 40 millones y al Zenit. Allí, de momento, la bestia ha despertado celos. "Si fuesen Messi o Iniesta merecen cualquier salario. Pero, ¿son mucho mejores que los actuales líderes del equipo?" declaró el capitán Igor Denisov. "¿Merecen cobrar tres veces más?", se preguntó y les pregunto yo.