El primer engaño del partido empezó en la pizarra. Di María inició el encuentro en la izquierda, pero Mourinho sabía que la debilidad del Depor se encontraba en la banda de Manuel Pablo. Poco después, el argentino se convirtió en la clave del partido: en lugar de cambiar de posición con Cristiano, se instaló en la derecha, donde a veces se encontraba con el portugués. El lateral tuvo que vérselas con los dos. Por ahí llegó el primer tanto del Madrid, un despliegue espectacular de Di María: para empezar disputó el balón con Manuel Pablo, al controlarlo le dijo a su rival (con su cuerpo) que se iba a ir por dentro, y la duda se instaló en la cabeza del defensor. Se fue por la izquierda, con una velocidad extraordinaria. Contacto y penalti.

En otras ocasiones centró, en otras recibió el pase de Modric para marcar. En la segunda parte, se trasladó a la derecha después de haber deprimido a Manuel Pablo, y siguió involucrándose con el trabajo defensivo. Partidazo.