Ejemplo de canibalismo enfermizo

Ejemplo de canibalismo enfermizo

Ni hay explicación posible, ni forma de encontrarla. El Athletic, el equipo en el que cualquier futbolista habría pagado por jugar la pasada temporada, está en proceso de demolición. Por dentro, por fuera, por los costados... Los leones han roto todas sus costuras: las deportivas, las institucionales y las sociales. La derrota de ayer duele un rato, pero mucho más que horas antes circulase un estracto de la conversación que Bielsa tuvo con sus futbolistas el pasado 26 de mayo. Una charla grabada sin permiso por alguno de los que estaba en el vestuario de Lezama y que ahora circula de ordenador a ordenador ante la cara de estremecimiento de los que la escuchan. Mejor ni pensar qué es lo que pasa por la cabeza de Bielsa o de todos aquellos que estuvieron en aquella conversación y se la quedaron para ellos, que es lo que corresponde, en vez de hacerla circular. Las sospechas se centraban en los que ya no están, pero es muy cruel señalarlos. David López se autoexculpó en Twitter. Y hay que creerle. Javi Martínez no lo hizo porque ya no se maneja en la Red.

El Athletic lleva camino de convertirse en un ejemplo ideal de autodestrucción. Y su fútbol, que antes encandiló, es ahora plano y sujeto a innumerables sonrojos, como el vivido ayer ante el Sparta de Praga: ni el más furibundo de los hinchas checos se habría apostado una cerveza a que los suyos ganaban con tanta claridad . Los leones se han complicado su continuidad en la competición y ahora deberán agarrarse a la vida en Lyon.