Pánico a Cristiano en el Camp Nou

Pánico a Cristiano en el Camp Nou

Prohibió Mourinho hablar del Balón de Oro y yo lo cumpliré a rajatabla porque por unos días, y por respeto al memorable partido de anoche, es lo justo. Así lo entendió el mundo y así lo entendieron los internautas de AS.com, que también firmaron el empate entre los dos astros en una encuesta apresurada tras el Clásico. Un empate que favorece a Cristiano, porque viene de atrás y es menos reconocido en el mundo. Pero el Camp Nou le da ya una importancia que quizá ningún otro madridista tuvo al pisar aquel escenario (discúlpenme la edad que me impidió ver a Di Stéfano o Puskas). Ayer metió dos goles, pero el pánico en la grada venía de antes. Y se notó en cada arranque, en cada desmarque, en cada remate, dos de ellos inalcanzables para Víctor Valdés.

Hubo un tiempo en que convino empequeñecerle acudiendo a aquellos tres primeros Clásicos en los que no logró marcar. Siempre se supo que aquello apenas duraría, porque hay futbolistas incontenibles. Bien lo sabe el Bernabéu, que tembló ante Cruyff, Rivaldo, Ronaldo, Ronaldinho y Messi. Igual sucede ahora en el Barça, cuya afición aún andaba festejando una chilena fallida del portugués cuando se le encontró en las barbas de Valdés. Y allí, con un hombro maltrecho, fue imparable. Hace cincuenta años que el Madrid no tiene un futbolista así y quizá pasen cincuenta más sin que aparezca otro. Disfrútenlo o témanlo, pero no lo dejen marchar de esta Liga.