Nuestra generación de oro

Nuestra generación de oro

Hace dos años, en Estoril, cuando Márquez salió el último y venció en la carrera de 125cc, su actuación quedó grabada con letras de oro en la historia del motociclismo. Aquello fue algo irrepetible, entre milagroso y heroico, un monumento a este deporte. 714 días después, este chaval de Cervera de talento descomunal ha vuelto a hacer posible lo imposible. En la primera vuelta calculo que ha adelantado a 20 pilotos como si fuera un toro de Miura haciendo eslalon, o como si Wayne Gardner hubiera reaparecido. En la séptima iba segundo y en la décima, primero. Una proeza surgida de su propia torpeza, la de no meter la marcha en la salida, lo que le hace más humano, más cercano. En este sentido Marc tiene algo de Perico Delgado.

Y en MotoGP también hemos asistido a otro hecho histórico, el primer podio español cien por cien. Hace 71 años, el 8 de abril de 1951, Ernesto Vidal sumó para España el primer punto en la máxima categoría. Hace veinte, Álex Crivillé logró la primera victoria y el primer título, hace trece. Nos ha costado 63 años llegar hasta aquí y tiene toda la pinta de que en los próximos se va a repetir esta situación en más ocasiones. En 2013, Lorenzo y Pedrosa serán indiscutibles y para el tercer puesto del podio, además de a Álvaro Bautista, tendremos a Marc Márquez. Todo un lujazo. Pocas veces un país ha tenido este potencial, quizá sólo Estados Unidos con Lawson, Rainey y Schwantz. Me siento un hereje afirmando esto, pero nuestros chicos también son de oro.