Se le resistía el gol a Ramos con la Selección. Pudo marcar en la final de Viena en 2008. Lo rondó todo el campeonato, e incluso en la final del Mundial 2010. Y lo mismo le sucedió en la Eurocopa de Polonia y Ucrania el pasado mes de junio. Y no le entraba el gol al Tarzán de Camas. Pero ayer sí abrió el marcador en otra 'final' contra Francia (se le dan bien los franceses porque su último gol con España se lo marcó también Francia en marzo de 2010). Xavi le puso un córner como los que le pone a Puyol y Ramos cabeceó poderoso y su potente remate se estrelló con el poste, pero le cayó el rechace la empalmó a la red. Celebración con mortales a lo Deferr y abrazo a Xavi.

Un tanto merecido. Marcar no es su misión, pero el posiblemente mejor central del mundo saldó su deuda goleadora con La Roja. Y toda la afición española feliz, sin distingos de clubes, porque el penalti a lo Panenka ante Portugal hizo a todos de Sergio. Un campeón andaluz y español. Uno de los nuestros.