El Málaga espera que la UEFA sea comprensiva y desbloquee los ingresos que el equipo se ha ganado en el campo para poder hacer uso de más de 15 millones de euros que ahora mismo están en la cuenta del organismo futbolístico por el asunto de los impagos. El club presentó hace unos días la documentación requerida, a pesar de no haber llegado a un acuerdo con Hacienda, donde se incide en pagos a clubes, proveedores, jugadores y a la Agencia Tributaria. El dinero hace falta. A finales de este mes tiene que abonar el 70 por ciento restante de lo adeudado de la pasada temporada a los futbolistas (unos 10 millones) como les prometieron en julio cuando estaban en la concentración de Campoamor. El trabajo que están haciendo los directivos es encomiable para mantener la entidad a flote tras la negativa del propietario a invertir más euros, decisión que tiene al club asfixiado y al borde de un ataque de nervios.

Lo deportivo también está ayudando a mantener cierta tranquilidad y no habrá dinero para satisfacer el trabajo y el orgullo de esta plantilla y cuerpo técnico. Por ello, el propietario tiene que responder. El sábado llega otra cita frente al Valladolid y el miércoles el jeque debería de estar en el palco junto a Galliani. Viene el Milán. Palabras mayores. Algo increíble para esta ciudad, para este club y para esta afición. Pero primero el Valladolid, un equipo que apuesta por un fútbol ofensivo de la mano de Djukic, un buen técnico. El Málaga es un sentimiento. Volveré.