Faltó suerte y valentía

Faltó suerte y valentía

Había anunciado Paco Herrera en la previa que su equipo sería fiel a su estilo, que acudiría valiente al Santiago Bernabéu porque no entienden otra forma de jugar y porque no tenían nada que perder. No fue así. Al técnico celeste le entró el miedo escénico y apostó por el trivotazo, dejando a Iago Aspas más solo que Felix Baumgartner en la estratosfera. El moañés se tiró sin paracaídas contra la defensa blanca, pero Iker Casillas impidió que el balón entrara en la portería a la velocidad de la luz. El equipo vigués estuvo bien en defensa, pero un gol de carambola de Higuaín y otro de penalti, más que discutible, de Cristiano le condenaron.

Sin embargo, los momentos más polémicos llegaron desde el banquillo celeste. Bustos se fue bramando al banquillo y Aspas se fue directo a la ducha más que cabreado. Éste último cambio merece una explicación. Quitar a tu mejor hombre debería ser penado con multa.