El derbi está al fin donde se merece

El derbi está al fin donde se merece

Celta, y sobre todo Deportivo, todavía le están dando alguna vuelta a la última jornada. Que si buena imagen sin puntos, que si el cambio de Iago Aspas con el 1-0, que si estar en puestos de descenso agobia... Fina niebla que se va disipando porque ya se atisba derbi; porque ya se huele la rivalidad; porque ya se siente que en Balaídos no se juegan tres puntos, se juega una final. Así lo han vivido siempre Deportivo y Celta, y así lo seguirán viviendo, porque eso es lo que hace grande, enorme, a este partido. La pasada temporada en Segunda se vivieron dos partidazos en las gradas y en el campo, y ahora en Primera, como bien dice Oltra, más. Galicia por fin está donde se merece, en el lugar del que jamás debieron salir dos equipos cuya historia y éxitos no tan lejanos les avalan para competir en la mejor Liga del mundo.

Aspas ve favorito al Celta, y no le falta razón. Los de Herrera suman tres puntos más, llevan tres victorias consecutivas en casa y juegan en Balaídos. El Depor, por contra, no gana desde la primera jornada, acumula cuatro derrotas seguidas, un pilar como Abel Aguilar se ha caído, Salomão tampoco estará y Camuñas, eso sí como Park, llega entre algodones. Pero en un derbi todo es relativo porque es un partido en el que no cuenta pasado ni futuro, sólo presente. La historia refleja igualdad máxima y lo importante es que se viva en el campo un espectáculo como los duelos del año pasado y que no se escriba una línea sobre desagradables incidentes. Jugadores y técnicos están colaborando y dando ejemplo con sus declaraciones. El resto le toca a las aficiones, que seguro que cumplirán porque Galicia lleva esperando cinco largos años para vivir el derbi en Primera como para estropearlo ahora.