No es hora de encender la luz roja

No es hora de encender la luz roja

Dolorosas las derrotas, sí. Inesperadas, sí. Incluso preocupantes, sobre todo la segunda. Pero se ve tan bien armado al proyecto del Cholo, tan implicados a los jugadores, que sería descabellado empezar a hacer sonar las alarmas. Basta con el toque de atención que a buen seguro ha dado ya el entrenador. Reveladoras fueron las imágenes en Portugal, señalando a alguno de los suyos en el campo haciéndole la señal de que estaba dormido. Menudo es Simeone. Cualquier cosa permitirá menos indolencia o desidia. Y si ese síntoma se detecta en algún jugador, la ventaja es que tiene enchufados a otros seis en el banquillo. Hasta ahora eso servía para hacer rotaciones. A partir de ahora le ayudará para cambiar tendencias en algunos que se han podido confundir sintiéndose titulares antes de tiempo. O para los que se echaron una pequeña siesta.

En Valencia se perdió del mismo modo que se habían ganado todos los partidos anteriores. Dominando el juego, creando pocas ocasiones de gol y presionando hasta la extenuación al rival. En Coimbra ante la Académica fue muy distinto. Por primera vez en el curso se notó cierto cansancio, cierta apatía. Eso demuestra que lo de dejar en casa a seis titulares funciona mientras el calendario no se torna más exigente. No veo en el mes de enero, ventilándose la Copa del Rey y la Liga, o en primavera, con la fase decisiva de la Europa League, a Falcao disfrutando de las imágenes de su equipo por la televisión. Porque no nos engañemos. El bloque es sólido y el Cholo un líder indiscutible, pero las diferencias las marcan los futbolistas especiales y el delantero colombiano lo es. Sólo hay que repasar lo que hizo en las dos finales europeas.