La Roja es un equipo

La Roja es un equipo

Es el fútbol, es el baloncesto, lo es también el tenis. La Roja va conquistando deportes y la Roja se va convirtiendo en un auténtico equipo. Ver a un millar largo de españoles desplazarse a la final de la Davis era impensable hace años. Un millar largo capaz de hacerse notar entre los 14.000 espectadores del Arena de Praga, una instalación que merece unas líneas a cuento del lío del Madrid Arena. Pero antes hay que rendir homenaje a lo que ha logrado el tenis: ponerse al nivel del fútbol y el baloncesto con un altísimo nivel deportivo que moviliza a sus seguidores. Altísimo nivel que se pone de manifiesto porque ahí estamos en la final haciendo frente a los checos en su país. Con uno a uno, con Almagro llevando a Berdych al límite, con todo aún por resolver y eso sin Nadal.

Con estos grandísimos deportistas no tenemos que envidiar a nadie. Por eso es una lástima lo que está sucediendo con el Mundial de balonmano y la sede de Madrid. Situación 'gravísima' como ha trascendido para vergüenza de la Caja Mágica, convertida en caja maldita, porque allí no quiere ir nadie. Ni los tenistas para la Davis, y ni siquiera para el Masters porque pintan la arena de azul. Cubren la instalación para evitar la lluvia, pero si llueve en el Masters no se puede cerrar, porque es un torneo al aire libre. De allí se fue el Madrid de baloncesto y tampoco quiere ir el balonmano porque dio un informe negativo. En esto sí nos da envidia lo que vemos por ahí. El Arena de Praga es un ejemplo más. Ovalado, diáfano, multideportivo... En eso nos gana cualquiera.