El virus de las carreras

El virus de las carreras

Carlos Sainz vuelve al Dakar. Estaba cantado. Lleva toda una vida en las carreras e infectado por ese virus que empuja a los pilotos a no tener otra cosa en la cabeza que la competición. Se marchó de Sudamérica con el sabor agridulce de no haber podido revalidar su primer y hasta ahora único triunfo en la gran prueba desértica y seguro que desde entonces le ha estado dando vueltas a la idea de regresar. No podía, obviamente, hacerlo de cualquier modo tras la retirada de Volkswagen, la marca de su éxito dakariano, así que ha estado esperando las circunstancias favorables para ello. Mientras tanto, ha matado el gusanillo volcándose en la prometedora trayectoria deportiva de su hijo, pero él necesitaba más...

Para encontrar esas condiciones propicias ha buscado y rebuscado entre las opciones disponibles, que por algo Sainz es un perfeccionista enfermizo. Tampoco es que hubiera demasiadas, la verdad, pero al final ha encontrado un volante que le ofrece las garantías suficientes, siempre considerando que los proyectos oficiales en el Dakar son ahora prácticamente inexistentes. Veremos cómo le sale la aventura, y nunca mejor dicho, porque creo que se presenta con muchas incertidumbres, empezando por las mecánicas y acabando por las de su compañero de proyecto, Nasser Al-Attiyah, que puede ser todo menos dócil y conformista. En todo caso, el regreso al ruedo de 'El Matador' es una excelente noticia y seguro que vamos a disfrutar con él. Le pondrá salsa al próximo Dakar, sea cuál sea el desenlace.