Llega el momento decisivo para el Atlético de Madrid, un tramo de la temporada que servirá para comprobar si es aspirante o está ahí arriba por las bondades del calendario. Y espero que no se malinterpreten mis palabras.

Soy atlético y estoy boquiabierto con la posición de mi equipo, pero me surgen ciertas dudas que espero empiecen a desaparecer hoy mismo. En Liga el Atlético no ha jugado con los aspirantes, no ha tenido partidos complicados. Sólo ha visitado al Valencia y aquello acabó con derrota. Además, los últimos encuentros del campeonato han sido flojos, sin ir más lejos el del Granada. Se ganó, pero se pudo perder tranquilamente. Ahora llega el Sevilla, la próxima semana el Real Madrid, con lo que conlleva el hecho de llevar tantos años sin ganarlos, y dentro de poco el Barcelona. Son los partidos que servirán para calibrarnos. O seguimos arriba o temo que el equipo se desplome y que las opciones de luchar por la Liga vayan siendo menores.

Por otro lado la Europa League no sirve para valorar nada. Se juega con equipos en teoría inferiores y las alienaciones se llenan de menos habituales. Empieza lo serio, y esperemos que sea para bien. Vamos Atleti.