Lindegaard dice que la homosexualidad no es aceptada en el fútbol

Lindegaard dice que la homosexualidad no es aceptada en el fútbol

Fashanu y Hysen salieron del armario. Primero fue la liga holandesa, que inició una campaña para estimular la aceptación de la homosexualidad en el fútbol, y ahora es el portero del Manchester United, Anders Lindegaard, el que continúa este debate, cada vez más público. Dice que los aficionados son demasiado intolerantes para aceptar un jugador gay pero que si apareciera un héroe, un futbolista conocido que admitiera su homosexualidad, las cosas cambiarían muy rápidamente. En el mundo del fútbol solamente Justin Fashanu y el sueco Anton Hysen han reconocido ser gays. Lindegaard, que está saliendo con una conocida modelo, cree que los jugadores aceptarían la homosexualidad de un compañero, pero considera que la grada es un territorio de masculinidad quizá mal entendido, donde la diferencia se castiga. Lindegaard afirma que es triste que hoy en día algunos futbolistas hayan tenido que dejar el deporte por temor a las represalias.

La excusa del teléfono. Una idea para un DVD deportivo: las 1.001 excusas que utilizan los futbolistas para no hablar con la prensa en la zona mixta. Como me recordaba un compañero esta semana, el ganador de esa lista sería sin duda Emile Heskey, exfutbolista del Liverpool. Inventó el gesto de ponerse el teléfono al oído para pasar de largo. En una ocasión, un periodista que tenía su teléfono le llamó y el móvil le sonó mientras hacía como si estuviera manteniendo una conversación inevitable.

Subasta. Al Wolverhampton se le ha ocurrido una manera original de recaudar fondos: la subasta de un panel de plástico que solía abrigar a los futbolistas en el banquillo del estadio hasta que el entrenador Stale Solbakken le hizo un agujero con un puñetazo de frustración al entender que un penalti en contra en el último minuto de su encuentro ante el Brighton era injusto. El precio de inicio, 100 euros.

Quejas en el Chelsea. Continúa la guerra de una parte importante de la afición del Chelsea contra su entrenador provisional, Benítez. Tal es la sorpresa de Roman Abramovich por la reacción furibunda de la hinchada que esta semana, tras verse con Benítez y escuchar que el equipo está en un penoso estado de forma físico y tiene una plantilla descompensada, decidió reunirse con un grupo de aficionados del Chelsea para escuchar sus quejas.