Mourinho entrega la Liga en diciembre

Mourinho entrega la Liga en diciembre

Bueno, pues el Barça está a nueve del Atlético y a trece del Madrid. A golpe de goles de Messi, que ha cogido la costumbre de marcar de dos en dos, se ha perdido por el horizonte. El Atlético lleva un ritmo de puntuación estupendo, pero cayó en el Camp Nou como cayó en el Bernabéu. Empezó bien, con aire de control de la situación y un estupendo gol de Falcao, precedido de un remate al palo. Pero el Barça tiene más y cuando hizo falta lo sacó a relucir. Primero, un tirazo de Adriano, luego la fe en un córner, finalmente Messi, que rindió su cuota habitual de goles. Más no pudo hacer el Atleti, pero...

De quien sí se esperaba más esta temporada era del Madrid. Después de la Liga de los 100 puntos y los 121 goles y de la retirada de Guardiola parecía que Mourinho se había quedado dueño del campo. Pero su agobiante forma de mando, su persistente y obsesiva actitud desafiante, ha acabado por agotar a sus propios jugadores. El gran Madrid del año pasado no ganaba por elaboración e ingenio, sino por fe, por entrega y por remate. Sin eso es menos y ya no tiene eso. Le queda Cristiano Ronaldo, inasequible al desaliento, pero no hay equipo. Este Madrid no es el mismo, está triste, como agotado de sí mismo.

Así que se le van partidos con alguna frecuencia. Por fas o por nefas. Porque llueve, porque este no corre, porque el árbitro no sé qué, porque defiende mal los córners, porque Sergio García mete un golazo... En realidad, porque el cesaropapismo de Mourinho se ha ido reduciendo a ruido y amenazas, ha perdido la capacidad de convencer. Y así nos encontramos con el insólito hecho de que el propio entrenador del Madrid renuncia a la Liga antes de que termine el año. Todo queda emplazado a la Décima. ¿Tendrá pulso para retomar la situación? Aún puede, pero mucho tendrá que cambiar.