Monsieur Platini debería contemplar desde su despacho oval de la UEFA el vídeo del Málaga-Real Madrid. Así entendería mejor la burrada que ha permitido con un club histórico que está escribiendo unas páginas memorables con la pelota en los pies. Me gustaría conocer hasta la última letra de clubes tipo PSG o City, aunque en España también sabemos de casos de clubes que se ven obligados a suspender las obras de su estadio u otros que pactan con Hacienda para evitar que les embarguen hasta los bolígrafos de las secretarias. Platini se ha cebado con el Málaga porque lo considera un rival de menos tonelaje y así ejemplariza a costa de una afición modélica y una plantilla y un cuerpo técnico de altísimo nivel. Que se lo digan a mi Madrid...

El Málaga se merece un respeto que no ha sabido darle Platini ni su chiringuito, donde sólo tienen cabida los poderosos, los que llevan los cristales tintados, los que te regalan un buen Cohiba antes de dar los buenos días. El Málaga se merece más cariño y la UEFA debería reflexionar. Claro que el jeque debe pagar las deudas y ponerse al día con los jugadores, pero si aplicásemos ese rastrillo con todos, lo mismo la Champions se queda con la mitad de la flota sin poder competir por sus desmanes en los despachos. Pellegrini, Isco, Joaquín y compañía hacen bien en seguir a lo suyo. Jugar como los ángeles y dar alegrías a una afición que ha convertido La Rosaleda en un lugar fantástico para disfrutar y para sonreír. El fútbol le debe una al Málaga. No al revés...