Adiós 2012; bienvenido 2013

Adiós 2012; bienvenido 2013

Cardenal hace repaso al 2012 que se nos va, y que coincide prácticamente con el primer año que lleva al frente del deporte. Ha recogido la resaca de los tiempos en los que aún soplaba el viento a favor, pero a partir de ahora se encontrará una escasa cosecha, consecuencia de la crisis que tan bien conoce, pues él accedió al cargo sabiendo que iba a tener recortes por todos los lados. Su responsabilidad fue, es y será que esos recortes afecten lo menos posible al buen nombre que la marca España tiene en el deporte. El problema no es la Selección de fútbol, de baloncesto, Nadal, Alonso o Lorenzo y compañía. Es lo que viene después y, sobre todo, en los deportes que no generan tantos ingresos como necesitan para mantener su alto nivel.

Hasta ahora han vivido por encima de sus posibilidades gracias a las subvenciones. Pero eso se ha acabado y selecciones tan laureadas como la de balonmano o deportistas tan ilustres como Mireia Belmonte ven amenazados no ya su futuro, sino su presente. Ha dejado de haber recursos para todos y hay que optimizar. Los ingresos no dan para mantener 1.800 deportistas de alta competición. Se hace necesario elevar el nivel de exigencia, porque ha dejado de haber pan para todos. Cardenal pudo ver en los Juegos cómo con muy poco se puede conseguir mucho si se gestionan bien los recursos. Las guerreras del balonmano y del waterpolo dan una pista. A la competición no se va a participar, sino a ganar. Con ese criterio el presente no tiene que ser tan malo.