No hay inocentada en este periódico, no la busquen. A veces lo hemos hecho, pero hace tiempo que caímos en la conclusión de que los inocentes somos nosotros, y por eso nos presentamos con la imagen que teníamos de niños. Es nuestro homenaje a este día y a esa felicidad infantil que el deporte nos proporciona. Pasan los años y no dejo de sentirme niño cuando trato a algún gran deportista. O cuando discuto con Roncero sobre Messi o con Santi Giménez sobre Chitalu. Hace falta un feliz puntito infantil para separarse de las cosas 'de verdad' y apasionarse por las de nuestro pequeño gran mundo.

Así que lo que sigue es tal cual. L'Equipe se suma a The Guardian en la línea de considerar a Casillas el mejor portero del momento. Vamos a ser insistentes en eso: cada vez que salga como el portero mejor valorado de 2012 en alguna votación internacional lo destacaremos, en la esperanza de que Mourinho caiga en la cuenta de lo que tiene. Con él están otros tres madridistas y cuatro barcelonistas. Ocho de nuestra Liga, seis de nuestra Selección. Se nos han colado Lahm, Kompany y Ramires, hay que dejar algo a los demás. Pero ocho de once es una presencia abrumadora de la que nos debemos felicitar.

Al tiempo, la FIFA escoge los sucesos más brillantes de 2012, entre los que por supuesto están los 91 goles de Messi, que eleva sus promedios año tras año. Me llama la atención que los 100 puntos del Madrid y sus 121 goles en la Liga del momento, la española, no merezcan mención. La FIFA no mira al Madrid, no lo aplaude, y eso debe hacer pensar a Florentino. También le debe hacer pensar otra cosa: el Barça es más seguido que el Madrid en España en las redes sociales. En el mundo y en España, el Madrid pierde lenta pero inexorablemente el peso superlativo que siempre tuvo. Ahí hay mucha tarea.