Juanfran representa como pocos ese jugador de equipo que tanto gusta a Simeone. Hubo un tiempo en el que apenas jugó y no se le escuchó una palabra más alta que otra. Tampoco cuando Manzano le colocó en Granada de lateral derecho y sufrió como pocas veces. Luego le tocó repetir ante el Betis y lo pasó de verdad mal. Pero en vez de protestar, agachó la cabeza y sufrió en silencio. Y al final el Atlético ganó un buen lateral derecho, de esos de largo recorrido, eficiente a la hora de defender y con mucho peligro cuando sube al ataque. Los laterales, en el estilo de juego del Cholo, son muy importantes, y el Atlético tiene en Juanfran y en Filipe Luis dos puñales por las bandas.

El rojiblanco ha vivido este año la cara más bonita del fútbol, la del reconocimiento general, la de los títulos, la de la llamada de la Selección... Se lo merece. Por luchador, por ser un gran profesional, por ser una de esas personas que nunca se rinde. Por eso no hay nadie en el Atlético que hable mal de él. Antes fichar a un lateral derecho era imprescindible. Ahora ya nadie está preocupado por este puesto.