Este año tendremos verano de alto nivel con los Mundiales de natación (Barcelona, 19 de julio-4 de agosto) y de atletismo (Moscú, 10-18 de agosto). El baloncesto, en cambio, rebaja la presión al tocar Europeos (Eslovenia, 4-22 de septiembre). Me temo que las opciones no van a ser muy grandes en ninguno de estos tres deportes. Está por ver cómo queda el equipo de sincronizada después de la marcha de Anna Tarrés, y en qué forma llega Mireia Belmonte, quien aún no tiene entrenador ni escenario decididos para preparar los campeonatos. Por lo que respecta al atletismo, poco o nada cabe esperar, mientras que en el baloncesto es probable que más de un jugador de los considerados clave renuncie a la Selección.

Siempre nos quedará la Fórmula 1 (17 de marzo-24 de noviembre) y las motos (7 de abril-10 de noviembre). También, las grandes citas ciclistas: el Giro (4-26 de mayo), el Tour (29 de junio-21 de julio) y la Vuelta (24 de agosto-15 de septiembre). Pero donde estará, sin duda, el gran reto, será en la elección de la sede de los Juegos de 2020 (7 de septiembre). Madrid acude muy tocada, pero también llegan alarmas sobre Tokio después de que su gobierno haya instado a revisar los presupuestos tras anunciar el FMI que Japón puede entrar en recesión. En cuanto a Estambul, la cercanía del conflicto sirio es un riesgo de inseguridad. Tantas incertidumbres impiden que haya ahora mismo una favorita. Eso juega a favor de Madrid.