El año nuevo hace que lo extraordinario pase a ser lo más normal

El año nuevo hace que lo extraordinario pase a ser lo más normal

Jugadores en sala de prensa. Muy celebrada a todos los niveles, redes sociales incluidas, ha sido la decisión del Real Madrid de pasarle el mocho a la sala de prensa, quitar las telarañas de los micros y adecentarla para que los jugadores la utilicen. De esta manera lo que debería ser normal, se vuelve extraordinario. La sala de prensa, como imagen de lugar común entre medios y protagonistas, tiene más importancia de la que imaginan. De un tiempo a esta parte, la sala de prensa virtual del Twitter o de las multiconferencias le había robado protagonismo a un espacio en el que, si los habituales actúan coordinados, resulta de lo más efectiva. Para unos y para otros.

Los jugadores no son tontos. En tres días han comparecido tres pesos pesados del Real Madrid y todos ellos han salido airosos del envite a pesar de que los tres tenían complicados toros que lidiar. No está el Madrid para tirar cohetes, pero Casillas, Cristiano y Ramos han sabido aportar el mensaje positivo que en boca de su entrenador resulta sospechoso, cuando no es directamente equívoco. Y ante las preguntas, las respuestas siempre suenan más sinceras que un mensaje de 140 caracteres.

¿Quién crea debates? Al otro lado del Puente Aéreo, Víctor Valdés le daba la vuelta a la tortilla. Al igual que muchos cracks del Real Madrid, el portero blaugrana llevaba muchos meses sin comparecer, pero lejos de disfrutar de la envidiable posición de su equipo, el portero reabrió un debate que a día de hoy parecía enterrado y aseguró que "siempre se ha dudado de mí".

La militancia ciega. Con estas palabras, Valdés emuló a Mourinho, que pide militancia ciega y adscripción absoluta a su causa. Nadie en Barcelona cuestiona a Valdés, pero si se le ha criticado alguna vez, habrá sido por acciones puntuales. A los que hacen eso en Madrid, Mourinho los bautizó como pseudomadridistas.

Gracias chicos. Cualquier gacetillero que se hubiese acercado a los jugadores del Barça antes de vacaciones preguntándoles donde pasarían las vacaciones, hubiese sido respondido con cajas destempladas. A cambio, las estrellas inundaron sus redes con las fotos de sus cenas, árboles y compañías en estas fechas tan señaladas. De nuevo, lo extraordinario cobró normalidad.