Cuanto antes renueve Florentino a Cristiano, mejor, por dos razones: porque el club necesita calma, y ahí hay un factor más de inquietud, y porque no puede hacer más ni mejor que lo que hace. Ayer, día agudo, resolvió con su actuación, su entrega y sus goles una situación que se había complicado por las ganas de mear más largo de Mourinho, que colocó otra vez a Adán bajo unos palos que le aplastan. Su actuación se redujo a un mal saque y al consiguiente penalti, que le costó la expulsión. Salió Casillas, pero el Madrid se vio con todo el partido por delante, 1-1 y con un jugador menos.

Y con el ambiente alborotado. Mourinho, que se cree capaz de todo, repitió la tontería del portero contra casi todos los pronósticos, y el gran damnificado de todo esto ha sido Adán. Es mucho menos portero que Casillas, claro, casi todos lo son. Pero en caso de lesión del titular, sin la presión añadida de un ambiente tormentoso, hubiera podido dar mejor rendimiento. Pero Mourinho le ha hecho jugar en condiciones difíciles, en lo que casi todo el mundo pensó que era una arbitrariedad, y el muchacho lo ha pasado mal. En Málaga fue transparente, ayer complicó el partido en su primera acción.

Aquello pudo romper a muy mal. Mourinho ya había sido muy pitado cuando el 'speaker' dio su nombre. Luego permaneció el resto del partido escondido hasta que, ya con 3-2, se atrevió a salir a pedir una tarjeta. En esa misma jugada marcó Cristiano de tiro libre el 4-2 y acudió a dedicárselo, pero él lo rechazó. Se vería débil aceptando el abrazo, digo yo. Y es que estaba débil, empieza a estarlo. Y le va salvando Cristiano, cuyo partido ayer fue para enmarcar. La foto hubiera hecho justicia: mis goles van para ti, tapan tus jaimitadas. Así lo veía yo. Cristiano pasó la esponja. Mejor renovarle pronto.