Oliver no tiene sitio en el primer equipo del Atlético. El grupo del Cholo impone un ritmo muy alto en los partidos y el canterano aún no está preparado para soportarlo. Arda, Koke, Raúl García, Cebolla, Adrián... Jugadores de calidad y con peso para un Atlético de muy alto nivel. Por eso, de momento, Óliver no puede tener minutos. Y en el filial, Alfredo cuenta con Thomas, un todo terreno y a su lado, Saúl, más maduro físicamente que Óliver y que lleva ya tres temporadas en Segunda B. Entre minipretemporadas, pruebas físicas con el primer equipo, exámenes de Selectividad, subidas y bajadas, el centrocampista aún no ha ofrecido el rendimiento que puede.
Y ése es el objetivo que deben tener todos, que Óliver llegue a ser lo que todos esperamos, un jugador de categoría. Y mi pregunta es: ¿no hubiese sido mejor una cesión a un equipo que le hubiese garantizado jugar con regularidad todos los domingos? ¿Ningún equipo le querría cedido? Óliver tiene que jugar, ya sea en el Atlético o en otro club, pero un chico de su edad y con su proyección tiene que estar en activo cada fin de semana. Simeone mira por la Champions y a Alfredo le piden resultados e intentar sacar chavales. Y en medio está el chico.