De repente, el Barça pierde un partido

De repente, el Barça pierde un partido

Perdió el Barça por primera vez en el campeonato. Entre confianza y fatalismo se le fue un partido que encarriló muy pronto. La expulsión de Piqué y el despiste de Mascherano en el último gol fueron las claves. Nada que culpar a Víctor Valdés, pero la derrota coincide con la semana en que éste ha anunciado algo que muchos se venían temiendo: que no quiere eternizarse en el Barça, que no renovará, que no aspira a ser un 'one club man', sino que quiere probar otras cosas. No hay mayores detalles sobre el asunto, pero ya viene de tiempo atrás que el meta no está tan integrado en la plantilla como sería lo ideal.

Coincide eso con la enfermedad de Tito Vilanova, tema doloroso que está ahí y que altera también la marcha del club. Ahora tendrá que trasladarse a Nueva York a seguir tratamiento. Su mano se notará menos y la preocupación por su estado estará presente en el ánimo del grupo. Para suerte del Barça, la ventaja que ha tomado sobre el Madrid es decisiva y casi puede decirse que sobre el Atlético también. Aunque si éste gana hoy, puede al menos echar cuentas con los dedos. Una vez que el Barça ha perdido un encuentro, vale pensar que puede perder más. Y tiene que visitar el Calderón y el Bernabéu...

Francamente, creo que la Liga es suya, aunque haya algún momento en que podamos fingir que pensamos otra cosa. Pero están también la Copa y la Champions. Si el poder del Barça baja, la Copa se abre mucho y en la Champions el coco deja de serlo tanto. Quizá ahí tenga el Madrid el resquicio por el que acabar feliz la temporada, pero para eso hará falta que Mourinho entre en razón. Sus últimos gestos (la bronca a Cristiano, los dos días libres, el escaqueo de ayer) no anuncian una mejoría, pero quién sabe. Será revelador ver qué equipo saca hoy. Por ahí podremos saber si está por reconducirse.