Míster, dime la verdad, seguro que es una broma...

Míster, dime la verdad, seguro que es una broma...

Cuando ayer me comentaban a la hora de comer que existía una posibilidad de que Mourinho dejase hoy en el banquillo a Cristiano, no pude reprimir una carcajada: "Como broma la acepto, aunque sea de mal gusto". Cuando vi que la guasa no era tanta y que realmente el técnico sopesa esa opción, se me endureció el gesto y me quedé perplejo ante una situación tan inexplicable. Acababa de regresar a Madrid después de disfrutar de una velada estupenda con un centenar de peñistas de Somontín, Fines, Macael y Olula del Río, pueblos de Almería muy animosos y mayoritariamente madridistas. Todos ellos me habían trasladado este mensaje: "Roncero, dile a Florentino que ate como sea a Cristiano. Sin él ya se vio en Pamplona lo que somos...". Acto seguido, se pusieron a corear su nombre entusiasmados.

La afición está entregada a su auténtica estrella. Saben que el crack portugués representa la única posibilidad objetiva de seguir disputándole los títulos al Barça de Messi (¡por fin perdió un partido!). No se concibe un Madrid sin Cristiano. Pero Mou sí parece dispuesto a lanzar esta noche el que sería su tercer gran órdago del curso. Por su particular diván pasaron Ramos, primero, Casillas, después, y ahora parece tocarle el turno al MVP del equipo. Lo de reservarle para el partido copero del miércoles no cuela. Supermán no necesita tomarse días libres porque su cuerpo es de acero. Y castigarle por la bronca del martes sería injusto. Además, la derrota del Barça en Anoeta obliga a luchar por el milagro. Pero los milagros sin Cristiano son pura utopía. Míster, seguro que sólo era una broma. ¿Verdad?