No hay mejor perseguidor ni equipo más podero físicamente que el Real Madrid

No hay mejor perseguidor ni equipo más podero físicamente que el Real Madrid

No es probable ni sensato, pero es posible. Dejen al margen la diferencia actual (-15) e imaginen una segunda vuelta impecable del Real Madrid (versión Mestalla). No es tan difícil. La pasada temporada el equipo de Mourinho encadenó 17 victorias y dos empates, incluida la victoria en el Camp Nou. La carrera es larga y la superioridad física de los madridistas es incuestionable. Imaginen ahora el descalabro del Barça. Tampoco hace falta fantasear mucho: repasen la primera vuelta del Madrid (cuatro derrotas y cuatro empates). A continuación sustituyan la autofagia mourinhista por la autocombustión culé: Valdés en retirada, Villa en la mazmorra y la madriditis en la sangre. Por no mencionar el desamparo que podrían provocar las ausencias de Tito.

La historia nos dice que no hay mejor perseguidor que el Real Madrid ni líder más asustadizo que el Barcelona. La impresión es que para remontar hará falta un milagro, pero la corazonada es que el susto al Barça está asegurado. Y en eso se basa el repentino optimismo del madridismo. En eso, y en Cristiano. ­